Robertson, R., et al., Walking for depression or depressive symptoms: A systematic review and meta-analysis,
Mental Health and Physical Activity (2012)
http://dx.doi.org/10.1016/j.mhpa.2012.03.002
Este artículo es un meta-análisis sobre los posibles beneficios de caminar o realizar actividad física en pacientes con diagnóstico de depresión. Un meta-análisis es una re-evaluación sistemática y ponderada de los resultados de ensayos clínicos aleatorizados ya realizados.
Me ha lanzado a estas reflexiones:
Hacer deportes, realizar actividades recreativas y artísticas, son recomendaciones que los psiquiatras solemos hacer a nuestros pacientes. Pero me pregunto ¿Cómo es posible que se le “indique” (indicación, estaría entre sugerencia y obligación) a realizar una actividad que no realiza por su propia cuenta? ¿Puede uno utilizar el criterio y poder médico para que un paciente lo lleve a cabo?
Creo que sí, es adecuado en ocasiones instar a una persona a realizar actividades que no hace por su propia cuenta. Pero no descontextualizado de su situación clínica y de ella misma.
La consulta en la medida que el estado de salud de nuestro paciente lo permita, debe pasar por indagar sus gustos. Incluso en aquellos en que no presentan a priori ningún interés por nada. Por lo general si se les otorga el clima, el lugar, el tiempo para pensar en sí mismos y pensar en sus propios placeres, surgen esos intereses a veces guardados durante mucho tiempo.
Acudir a un psiquiatra o a un psicólogo, en general, implica crisis. Y crisis en el buen sentido de la palabra puede ser utilizado como un paso hacia un estado más saludable de vida. Así como intentamos permitir la obtención de recursos psíquicos también lo hacemos con los recursos conductuales concretos, que se interrelacionan.
Pero qué sucede. Solemos ser médicos, no gimnastas, bailarines o artistas. Aunque hay excepciones.
Entonces a qué nos obliga esta situación. A aprender mucho de lo que la vida ofrece. El conocimiento científico es estrictamente necesario, y no hay duda de ello, pero su exceso en nuestra profesión nos hace perder el mapa de lo que la vida ofrece. Estudiamos mucho, y lo seguimos haciendo en el mejor de los casos por siempre. Inclusive en forma placentera porque estudiamos lo que elegimos seguir como especialidad. Pero me encuentro en muchas oportunidades con preguntas de los pacientes que no hacen al ámbito académico, y rozan desde la filosofía, hasta la rutina de una casa o del cuidado correcto de algo determinado.
No tenemos que tener respuesta para todo, muchas de las respuestas están dentro del propio paciente, pero hacerlas aflorar implica de compromiso e interés la mayoría de las veces.
Si logramos obtener en un paciente que le gusta la danza, qué hacemos con eso que nos trae si tan sólo tenemos las piernas para caminar y la pista de baile la vemos nada más que en los casamientos, haciendo una esfuerzo enorme por no caer en el hueco de los que se quedan sentados aburridos en una mesa evaluando si está bien puesta, o el salón es lindo, o reírnos de quien baila jocosamente… Esto es sólo un ejemplo.
La salud mental requiere además un reconocimiento holístico de la vida de nuestros pacientes.
Por lo pronto puedo decir que podemos dar indicaciones desde los estudios científicos que dicen que levantar el brazo diez veces por día favorece el retorno linfático (lo acabo de inventar), pero la transmisión de una experiencia o el compartir afectivamente junto con el paciente una actividad que le resulta placentera le otorga mucha más fuerza a la indicación en el sentido de un cambio en el paradigma de su vida, que si sólo lo realiza hasta estar mejor, o quizás ni siquiera llega a realizarlo.
Dr. Nicolás Salgado. Médico Especialista en Psiquiatría. Argentino. http://www.ansiedadesclinicas.wordpress.com
Hola, puedo comentarle nuestra experiencia con mi madre, enferma de EA.
Mi padre es gran amante de la música clásica. Va a todos los conciertos.
La semana pasada interpretaron «La flauta mágica» en el Baluarte de Pamplona.
Mi padre convenció a mi madre para ir (no es fácil, hacerla hacer cosas nuevas)
y la experiencia fue maravillosa,, tanto que al día siguiente y la semana siguiente
mi madre aún lo recordaba, cosa que no ocurre normalmente con otras
actividades.
Pero para estas actividades es necesaria la familia o la asociación que pueda
organizar cosas de este estilo. Uds. los médicos bastante tienen con seguir
investigando y encontrar una rápida cura.
Gracias..
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Gracias por tu comentario! Está muy bueno que la familia pueda estar por sobre la patología. Lo que hicieron uds fue llevarla donde creían le iba a ser bien y lo lograron. Una experiencia cargada de afecto.
Gracias.
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